En tiempos de Revolución, reciclar es recuperar para la vida

El Contexto 

Es necesario iniciar este reportaje exponiendo sobre Frantz Fanon, me atrevo a decir que su praxis es una obra de arte, construida sobre el detalle de las categorías: colonialista-colonizado, opresión-liberación, represión-resistencia, dominación-revolución, sistema social enfermante-revolución sanadora. Fanon fue un hombre de medicina, dedicado a la revolución o un revolucionario que se hizo médico psiquiatra; que comprendió lo terapéutico de ambas.

Pero también, dicho autor demostró, a partir de su práctica en Argelia, que las revoluciones, libertan, rescatan, equilibran, fortalecen y sanan; dan sentido a la vida, personal y colectiva. 

De igual manera sucede en Venezuela, la Revolución Bolivariana anunciaba tempestad, lo estamos viviendo, todo cambia en estos tiempos. Es por eso que son sanadoras, recuperadoras, liberadoras. El dolor, la rabia, la fuerza, la resistencia y el atrevimiento de los pueblos desintoxica, rescata a la mujer y al hombre de complejos de inferioridad o sumisión, redime de la cobardía, del miedo. Se enfrenta a la muerte para conquistar la vida. Cuando se está junto al otro, al hermano, al pueblo, se pierde el miedo a perder. En tiempos de revolución surge el compromiso, la esperanza, la voluntad, la solidaridad y el amor, en fin… la vida.

Conozcamos a Peveplast 

Peveplast es una empresa recuperadora de plástico, que fue conformada hace seis (6) años, es decir, en Tinaquillo, estado Cojedes, por varios integrantes de la familia Pacheco. Los motivó la necesidad de apoyar a su comunidad respecto al manejo de sus desechos sólidos, es decir, requerían minimizar el impacto de la contaminación ambiental. Querían reciclar, reutilizar. Soñaban una empresa sustentable y útil para la industria, los hogares, el país, para la sociedad.

Cabe destacar, que en el año 2017, cuando la familia Pacheco decidió iniciar este emprendimiento,  las medidas coercitivas unilaterales en contra de Venezuela, afectaron de manera considerable el buen vivir; lo que también produjo un flujo migratorio significativo.

El ingeniero mecánico, Julio Pacheco, cuenta que “Somos una empresa familiar pequeña, en la que trabajamos plástico reciclado. Nosotros hemos fabricado nuestra línea de producción con material recuperado, todo lo que es metal para la fabricación de las máquinas ha sido recuperado por nosotros”. Es decir, las máquinas que procesan el plástico reciclado, también se construyeron con material reciclado, como el metal. 

De igual manera, el ingeniero mecánico, explica que “Contamos con una línea de producción diseñada por nosotros mismos, que permite procesar quince toneladas de plástico semanal. También tenemos tres máquinas peletizadoras que permiten fundir y limpiar el plástico que viene de los vertederos. La pequeña para procesar bolsas, la mediana plástico blando y la más grande plástico más pesado”.

Jesús Perdomo, presidente e ideólogo de Peveplas, explica que “Nosotros trabajamos con materiales de reciclaje, de propileno y de  polietileno (de baja y soplado). Aquí fabricamos materia prima para productos de empresas de asfálticos”.

A través de proveedores obtienen el material de desecho de vertederos de basura y clasifican el plástico, según su composición.

Belkis Pacheco, gerente de producción de Peveplast, comenta que “Aquí fabricamos productos  terminados; sin embargo, en este momento nuestra producción está enfocada en materia prima y en el plástico que es material reciclado. Fabricamos cajetines para tomacorrientes,  uniones para las tuberías  de agua , tapas para  botellones, paletas plásticas , comederos para animales, masetas, estantillos, tubos de electricidad, entre otros”. En este momento cuentan con 11 empleados, distribuidos entre las sedes de Tinaquillo y Valencia.

Es importante resaltar, que Belkis pacheco es la compañera de Jesús Perdomo , están casados desde hace veintidós años. Ella ha sido pieza fundamental para construir la empresa, mientras Jesús se dedicaba a fundar Peveplast, Belkis trabajaba para garantizar el sustento de la familia.

Ciertamente, su fuerte es la producción, sin embargo existe un compromiso con el país, con los otros, con los nuestros; “Hemos ido a conversar a las  escuelas. Tenemos un proyecto con  las costas venezolanas  para reciclar, ya se conversó con los trabajadores de la Alcaldía  de Tucacas, por ejemplo: en sus playas se deposita el plástico del estado Lara, que viaja por el río, de igual manera, sale desde La Guaira, y  por las corrientes llega al estado Falcón; así pues, nuestra intención es recuperar, limpiar y trasladar todo este material hasta la planta de Tinaquillo”, planteó Perdomo.

Nelly Pacheco, gerente de Control de Calidad, explica “Tenemos muchas expectativas, queremos seguir creciendo y ayudando a nuestro país. Contamos con el  apoyo de la Cámara Industrial del Estado Cojedes, por ello queremos activar aún más la economía circular. Somos gente joven que no nos fuimos,  que estamos aquí  y seguiremos acá. Queremos ser ejemplo. Queremos seguir apoyando a nuestras comunidades y a otras industrias”. 

Finalmente se comprende, que para nosotros (as), los revolucionarios (as), implica la refundación y la reconstrucción de la vida, la patria, la integración de nuestros pueblos y la humanidad. Lo estamos haciendo, lo estamos logrando.! “Cada generación, dentro de una relativa opacidad, tiene que descubrir su misión histórica, cumplirla o traicionarla…”  (Fanon, 1963, p.188). 

Si desean conocer esta bonita experiencia, pueden visitarlo en la zona industrial de Tinaquillo, galpón B, parcela 24, calle N°2, estado Cojedes. 

Texto: Andrea Perez / Fotos: Fondoin

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